Para producir el documental La ciutat efímera, el realizador Albert Vidal ha tenido que hacer de hombre orquesta: grabar las imágenes controlando el foco inestable de la cámara Cannon 5D, supervisar el sonido para evitar saturaciones y preguntar con destreza para poder mantener la diagonal en el eje de la mirada del entrevistado. Y lo ha hecho con presupuesto cero, material técnico básico, pero con profesionalidad e ilusión. Y cuando casi todo pinta negro esta es la única manera de sacar adelante proyectos audiovisuales. El resultado es un film de casi cuarenta minutos sobre el Festival Deltebre Dansa, un certamen dirigido por el coreógrafo tortosino Robert Olivan, que cada verano reúne más de doscientos bailarines en medio del delta del Ebro. Así, por unos días este rincón del sur del Principado se convierte en uno de los principales polos creativos de Europa en el ámbito de la danza y el circo contemporáneo.
Y el documental, que se presentó hace unos días en Deltebre, retrata muy bien el espíritu de un festival que ha sabido hacer de las carencias una virtud. En un municipio con muy pocas infraestructuras culturales, con el paro por las nubes y con unos presupuestos tocados por los recortes, han demostrado que con trabajo e imaginación se puede llegar lejos. Albert Vidal, da voz a una veintena de entrevistados (bailarines de todo el mundo, alumnos, profesores, dinamizadores culturales y políticos) que hablan de los retos del territorio, del arte como dinamizador social y económico, del amor a la danza, del erotismo de los cuerpos, del contacto directo con la natura y de los estigmas que sufren los bailarines, entre otros temas. Todo ello, ilustrado con imágenes de los espectáculos que se presentaron en la última edición Festival Deltebre Dansa. Entre este repertorio visual destaca una de las coreografías que ha dado la vuelta al mundo: la danza que se improvisa entre los barros de un arrozal, un espectáculo que se ha convertido en la actividad más desenfrenada de un programa que a lo largo de quince días plantea clases, talleres y espectáculos fuera de los habituales contextos urbanos.
El documental no se ha editado en DVD, y por lo tanto tendréis que esperar que una televisión lo emita o que se programe alguna proyección. Pero de momento, si os gusta la danza y queréis conocer las coreografías de Robert Olivan, no os podéis perder A place to bury strangers, el nuevo espectáculo de este bailarín —que vive con un pie en Cataluña y el otro en Bruselas— creado en su campo base de Deltebre y que se podrá ver del 18 al 20 y del 15 al 27 de enero en el Mercat de les Flors de Barcelona.
Actualitzación 02/02/2013: Ya se puede ver el documental en este link al canal Vimeo:
La ciutat efímera (Subtítols en català) from Albert Vidal on Vimeo.
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