Cuando en la última entrega de los Brit —los premios del pop británico— David Bowie dijo que “Escocia, quédate con nosotros”, todo el mundo sabía que aquellas palabras no pasarían desapercibidas. El músico entró de pleno en el debate sobre la independencia de Escocia y, durante unos días, sus declaraciones hicieron correr ríos de tinta. Nadie se esperaba que aquel golpe de efecto mediático de los unionistas iría más allá. Pero, cuando faltan menos de dos meses para el referéndum escocés —previsto para el 18 de septiembre—, las palabras del músico han inspirado el artista David Greig para crear el espectáculo All back to Bowie’s, una parodia política, musical y poética que se estrenará el 1 de agosto en el marco del Fringe Festival de Edimburgo. “Este año es increíblemente importante para el futuro de Escocia y es inevitable que la actualidad quede reflejada en algunas producciones de nuestro festival. Pero no todo es política en el Fringe. El eclecticismo y la diversidad de temas son una de las características del festival desde sus inicios”, ha explicado Kath Mainland, directora ejecutiva del Fringe. La docena de obras que abordarán de manera más o menos explícita el tema de la independencia han despertado la atención de una parte del público, de los programadores y, sobre todo, de periodistas y analistas, porque será una manera alternativa de tomar el pulsol al debate político escocés. En cualquier caso, estos espectáculos representan un porcentaje ínfimo en la programación de un festival que este año ha batido todos los récords: 299 escenarios y 3.193 espectáculos, principalmente comedias populares de pequeño formato y producciones musicales que, del 1 al 25 de agosto convertirán Edimburgo en la capital mundial del teatro.
Teatro entre trincheras // Pero a pesar de la espectacularidad de las cifras del Fringe, el peso de la creatividad artística recae en otro festival, el Festival Internacional de Teatro de Edimburgo, que durante los mismos días propone una programación más limitada en número de producciones pero con espectáculos —óperas, conciertos sinfónicos, clásicos del teatro de texto y danza contemporánea— más elitistas y de más envergadura. Aquí el protagonismo se lo llevarán las trincheras, los campos de concentración y las ciudades bajo asedio. Jonathan Mills, el australiano que desde hace ocho años es al frente del Festival Internacional, ha aprovechado el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial para proponer una aproximación artística a los conflictos: “Será una oportunidad para reflexionar sobre la relación de los artistas con temas como la paz y la violencia. Es en los momentos más oscuros de nuestra historia cuando los creadores llegan a ser más trascendentees y sublimes”. El festival se acerca así a sus raíces, puesto que nació el 1947 como plataforma “para hacer florecer el espíritu humano”, sólo dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los platos fuertes de la programación será lo obra Front, una producción alemana inspirada en la novela Sin novedad en el frete oeste, del escritor Erich Maria Remarque, que describe el estrés físico y mental de los soldados en uno de los frentes de la Primera Guerra Mundial. A diferencia del Fringe, el Festival Internacional no ha incluido ninguna mención directa al debate independentista, una decisión que el verano pasado ya provocó un pequeño terremoto cuando, en una entrevista al diario Scotland on Sunday, Jonathan Mills anunció que esquivaría los temas políticos porque “el festival tiene que ser políticamente neutral”. “Me reafirmo en el que dije el año pasado. Nosotros no somos políticos, no tenemos que trabajar para ser elegidos en unas elecciones. Esto no impide que a través del arte intentamos presentar ideas que sean relevantes en el análisis de la actualidad, que nos ayuden a entender la relación entre el Reino Unido y Escocia, y ofrezcan una perspectiva histórica de cómo hemos creado nuestra identidad”, ha asegurado Mills en unas declaraciones que los independentistas escoceses ya han tachado de ambiguas.
Martin y el muro de Adriano // Con el teatro no se acaba la oferta cultural de verano en Edimburgo. La ciudad que fue la cuna de escritores como Robert Louis Stevenson y Arthur Conan Doyle también acoge el Book Festival, una de las citas literarias más importantes de Europa. Este año la atención mediática se la llevará George R. R. Martin, el autor de la serie de novelas Canción de hielo y fuego, en que se basa la serie Juego de tronos. Precisamente Martin ha explicado más de una vez que la chispa que inspiró esta saga històrico-fantástica surgió el otoño del 1981 cuando, de viaje por la Gran Bretaña, visitó el muro de Adriano, la muralla de la época romana que delimitaba la frontera entre Escocia e Inglaterra, una frontera que este año está en el punto de mira del debate político y artístico escocés.
(Diari ARA, 27/07/2014. Fotos: (1) Fronge Festival al Royal Mile d’Edimburg (BBC) // (2) Front (The Guardian) // (3) George R. R. Martin (www.nerdist.com).